La coliflor está formada por una masa de cabezas de flores diminutas y apretadas. Estas flores brotan de un tallo central grueso para formar una sola cabeza redonda.

En los últimos años, la coliflor ha conseguido una gran fama culinaria al usarse como una alternativa al «arroz», servida como «bistecs» o siendo la protagonista del escenario en un asado. Es una verdura fácil de agregar a cualquier dieta: se puede consumir cruda, al vapor, en puré, triturada, rallada o asada. 

Fuente de antioxidantes

La coliflor es una verdura ideal para la salud del corazón gracias a un compuesto vegetal llamado sulforafano. Actuando como antioxidante, el sulforafano reduce el daño inflamatorio causado por el estrés oxidativo, un proceso que juega un papel central en el desarrollo de enfermedades del corazón . De esta manera ayuda a reducir la presión arterial y la aterosclerosis.

Alto en colina

La coliflor es una fuente de colina, un nutriente esencial que necesitamos para el estado del ánimo y la memoria. Como tal, es un componente clave de la acetilcolina, un mensajero químico involucrado en la señalización del sistema nervioso central. La colina también es esencial para el desarrollo del cerebro.

Aliada del sistema inmunológico

Al ser ricas en azufre, las verduras crucíferas como la coliflor pueden ayudar a la salud intestinal y, como resultado, mejorar su defensa contra las infecciones. Esto se debe a que el azufre apoya la producción de glutatión, que es importante para mantener la integridad del revestimiento intestinal y para ayudar a su regeneración. Como un potente antioxidante, el glutatión funciona en todo el cuerpo protegiendo las células del daño inflamatorio.