La temporada de calor no viene sola, y es que a cualquiera se le hace la boca agua cuando ve un helado a 40 grados a la sombra.

Hay muchas formas de refrescarse de una forma saludable, y hoy os vamos a contar una que conquistará incluso a los más peques de la casa, ¡helado de sandía!

Pensábamos que no podría haber nada más fresco que un trozo de sandía fresquita, pero hemos encontrado su máximo potencial. Con fruta fresca se puede hacer cualquier tipo de helado, y, lo mejor es que con el sabor dulce de la sandía no necesitarás añadirle azúcares. 

1. Utiliza una licuadora para dejar la sandía lo más líquida posible. Ponla en el molde del helado con la forma que prefieras y llénalo unos ¾ apróximadamente. Nosotros dejamos un espacio para añadir otros ingredientes, pero podrías hacerlo completo de sandía.
2. Déjalo en el congelador unas 3 o 4 horas. Retíralo y añade el nuevo sabor. A nosotros nos gusta añadir leche o bebida vegetal, la de coco por ejemplo le da un sabor muy rico. 
3. Vuelve a introducirlo en el congelador y mantenlo otras 3 o 4 horas. Para que tenga aspecto de sandía, le podemos añadir un tercer ingrediente de color verdoso, como un batido o un poco de yogur de frutas naturas. Completa tu helado y vuelve a introducirlo en el congelador otras 3 horas.

Disfruta con toda la familia haciendo distintos helados de fruta y mezclando nuevos sabores. Seguro que descubrirás al acompañante perfecto del verano.